viernes, 16 de mayo de 2008

Proceso a la Argentina Violenta (Continuación)

Nuestro recordatorio se inicia (por una cuestión metodológica) en mayo de 1810. Sin duda mucha gente murió violentamente en lo que hoy es Argentina antes de esa fecha. Los nativos sostuvieron cruentos combates entre ellos, antes, durante y después de la colonización española. Los conquistadores pelearon contra los nativos, y en ocasiones se aliaron con alguna de sus naciones para enfrentar a otras. El número de bajas en todos los casos es tan dudoso como controvertido. Con el pronunciamiento del 25 de mayo de 1810 comienzan nuestras guerras por la independencia. Podemos decir que ellas terminan el 9 de diciembre de 1824 con la batalla de Ayacucho.

26 de agosto de 1810: Al pié del Monte de los Papagayos, en Cabeza de Tigre, Córdoba, es ejecutado el capitán de fragata Don Santiago de Liniers, héroe de la reconquista de Buenos Aires. Con el, y presuntamente a órdenes de Don Mariano Moreno, héroe que al decir del académico Guillermo Furlong se desinfla de día en día, se cargaron al general Juan Gutiérrez de la Concha, gobernador de Córdoba; al coronel Santiago Allende, a Don Joaquín Moreno, Ministro de las Cajas Reales; y al Dr. Victorino Rodríguez, Oidor Fiscal, perdonándosele la vida a mérito de su investidura sacerdotal al Dr. Rodrigo de Orellana, Arzobispo de Córdoba. La Orden de Ejecución de carácter “RESERVADA”, mandaba arcabucear a los infrascriptos (…) en el momento en que todos o cada uno de ellos sean pillados, sean cual fueren las circunstancias…sin dar lugar a minutos que proporcionen ruegos y relaciones capaces de comprometer el cumplimiento de ésta orden…”. Así se hizo Alguien escribió: ¡Hay libertad!…¡Cuantos crímenes cometidos en tu nombre!.


Cuadro que reproduce la imagen de Santiago de Liniers y Bremond, Caballero de la Orden de San Juan y de Malta; Comandante Gral. de Armas de Bs. Aires y Virrey del Río de la Plata. Paúl Groussac escribió sobre él una valiosa obra histórica “Santiago de Liniers ,Conde de Buenos Aires, l753-l810, aparecida en l907, hoy prácticamente inencontrable.

Presentación (Segunda parte)

La violencia es una estructura

La violencia tanto alimenta, como se re-alimenta de los procesos sociales. Es una estructura, una totalidad en el sentido filosófico del término. Sólo un estudio en profundidad del comportamiento humano, en todo aquello que tiene relación con lo agresivo, nos permitirá comprender y evidenciar este carácter estructural. Y ello porque todas las formas del comportamiento agresivo están vinculadas directa o indirectamente entre si. Es preciso desenmascarar estas intrincadas relaciones (que no siempre se dan en forma obvia) para poder llegar mediante análisis al estudio de sus componentes primero, y luego por síntesis, a visualizar su entramado cultural para identificarlas, no como parte integrante de la cultura, sino como anomalía deformante, como enfermedad que la aqueja y debemos, erradicar, si queremos vivir en plenitud. Ocurre que no hay conexiones inocentes, aunque a veces no les demos importancia o las obviemos , pese a tenerlas delante de nuestros ojos. Un ejemplo cotidiano: la portada de una popular revista de deportes argentina traía en su tapa el anuncio de un importante material gráfico sobre las “barras bravas”. Lo presentaba bajo el título: “El horror de la violencia”. La otra nota destacada en la portada se refería a la pelea por el título mundial de los pesos medianos diciendo: vibrante testimonio del único enviado especial de Argentina : ¡Hagler lo mató¡¡¡. No creo que los editores pensaran que estaban exaltando la violencia que simultáneamente trataban de combatir, aunque “matarlo” sea el más contundente de los triunfos en un combate .Tampoco, que pensaran que existe una relación entre el lenguaje violento y la violencia (de los barra-brava) en este caso. Concebir la violencia como totalidad implica –precisamente- visualizar la misma como un todo cultural.
Esto es lo que no se hace. Los intentos de desterrar las manifestaciones violentas en nuestro país, se han visto frustrados por la negativa contumaz a considerar la violencia como problema estructural y, a consecuencia de ello, no respetar ni los estudios ni el accionar que corresponde a ese tipo de problemas. Una estructura designa a un conjunto de elementos solidarios entre sí, o cuyas partes son funciones unas de otras. Sus componentes se hallan interrelacionados; cada componente está relacionado con los demás y con la totalidad. Es por ello que se dice que una estructura está compuesta de miembros más que de partes, y que es un todo, más bien que una suma. Pero nuestras acciones en procura de detener la violencia, siguen con su metodología atomizada: seguimos tratando o intentando tratar, la violencia familiar; la violencia y la minoridad ;la violencia en el lenguaje, en la política, en los espectáculos deportivos y así “ ad nausea” .Solamente un estudio que ilumine y analice esta “compenetración funcional” conforme hemos denunciado, permitirá ver como se entreteje la violencia que se enmascara en el lenguaje, con la economía ; con la política , con las relaciones familiares y sociales ,en suma con ese todo que es la cultura, que tiñe la totalidad del hacer humano..Allí es donde se inscribe la violencia, inseparable del haber cultural .Por eso, es también ingenuo crearse expectativas grandiosas sobre la Noviolencia a breve plazo. Ella implica una transformación cultural; una reformulación de valores. Es una tarea muy compleja, muy difícil, y porqué no decirlo, larga. El Cristo nos viene hablando desde hace dos mil años y su llamada a la perfección, todavía nos suena a cuasi –impracticable. Baste como botón de muestra pensar qué, tal como lo dice Bárbara Wooton nuestra sociedad, y cualquier sociedad civilizada en última instancia, se funda en la violencia parar reflexionar sobre lo dicho.

Algunas consideraciones particulares
El lenguaje violento

Sin perjuicio de profundizar en próximas entregas estos temas, y al solo efecto de ejemplarizar las relaciones sobre las que venimos conversando, echemos una ojeada a nuestro lenguaje: no se necesita andar mucho para constatar que hablamos un lenguaje violento. Dado que el lenguaje revela estructuras de pensamiento, es obvio que al tiempo, poseemos un pensar violento. Es sabido que a cierta altura, todo pensamiento tiende a convertirse en acción. La palabra nos permite descubrir las ramificaciones de la violencia, sea esta figurada o simbólica.( De ahí la importancia que Olivier Reboul concede al discurso ideológico). A cierta altura de su vida, Martin Luther King creó una comisión llamada a estudiar el lenguaje cotidiano en los Estados Unidos. Se trataba de estudiar la posibilidad de erradicar aquellas palabras que tuvieran un contenido racista. A las doscientas abandonaron. La magnitud de la tarea la hacía poco menos que imposible. Navegando esas aguas, me puse a hacer un listado de las palabras violentas usadas por los relatores deportivos, fundamentalmente en fútbol. Es una interminable terminología bélica.” Táctica, ataque, estrategia defensa, victoria, derrota, rival, enemigo, matar, aplastar, quemar, talar, pasarle por encima, etc., son términos comunes. Se habla de “bandos” en lucha (o escuadras).Se ejecuta, dispara o patea .Existe hasta una “muerte súbita”, y desde ya hay “eliminados y sobrevivientes”.Un conocido relator invita a sus escuchas a “vivir los últimos cuarenta y cinco minutos” (Va a empezar el segundo tiempo). Otro,”a gritar hasta que se nos rompa la garganta”. Es la misma persona que después manifiesta “no saber porque existe violencia en el fútbol”. Aclarando gravemente: “Se trata de los inadaptados de siempre”.Como el negocio continúa rindiendo dividendos (tal como dijo un destacado dirigente “quiero ver que político se anima a bajarle la cortina al fútbol”) el problema continúa. Periódicamente se vuelve a retomar el tema de la violencia en el fútbol. Pero desde ya, nada de encuadrarlo dentro del problema estructural de la violencia. La publicidad (que es lenguaje) tiene otras razones e intereses. (Continuará).

lunes, 14 de abril de 2008

Proceso a la Argentina violenta

En este espacio desarrollaremos sin pretensión de agotar el tema atento su vastedad, las acciones violentas más notorias que han venido sucediendo en nuestro país a mérito de sus implicancias políticas, desde mayo de 1810 a nuestros días. Como excepción, hoy abrimos el espacio con un cuento histórico. Nuestro pasado tiene (tanto como nuestro presente) mucho de “realismo mágico”, al igual que ocurre en toda América Latina.


ESCORZO PARA UNA BIOGRAFIA


Sirvió al sueño de Napoleón peleando en los campos de Europa. En la fragorosa escuela de la guerra aprendió táctica y estrategia, movimientos envolventes y contra-ataques imprevistos. Hasta que sobrevino Waterloo y debió huir disfrazado en procura de salvar el pellejo. Buscando el confín del mundo vino a dar en la pampa argentina donde para sobrevivir abrazó el único oficio que conocía: la guerra. Un ejército nacional incipiente en 1819 le dio el alta con el grado de teniente segundo. De a caballo conoció un espacio desmesurado y bárbaro que lo subyugó. Combatió contra gente semidesnuda que montaba en pelo y al cargar –lanza en ristre– se golpeaba la boca ululando. Ignoraban las sutilezas de la guerra. Acaso eso los hacía aún más temibles: no sabían de honor ni de reglas. Hirió, mató, fue lanceado repetidas veces, vio morir camaradas y subalternos a los que había llegado a profesar estima. Fue ascendido a capitán y destinado al Regimiento de Húsares en la Guardia de Salto. El espíritu de orden inherente a su formación prusiana lo llevó a combatir al nómade con denuedo. Valiente hasta la temeridad se hizo de un nombre en el desierto anónimo. A sangre y fuego extendió la frontera interior de un país que no era el suyo: por dos veces se internó hasta Sierra de la Ventana en el corazón del territorio indio. Hasta que por un extraño sino canjeó la gloria conquistada por la incertidumbre de la guerra civil, optando por Lavalle. Un 28 de marzo de 1829, el coronel Federico Rauch fue derrotado en Las Vizcacheras por un ejército de indios federales al mando del cacique José Luis Molina y el caudillejo Miguel Miranda. Maneado como res quedó tendido en el pasto mientras los vencedores remataban a los heridos, saqueaban a los muertos, festejaban con alaridos su triunfo. Mientras esperaba turno cerró los ojos memorando su infancia. Volvió a su vieja casa y a olor a mar. A los veleros entrando y saliendo del puerto de Dancing. Vio caracolear los caballos enjaezados por las calles de París. Pasear mujeres de corset cimbreante; caer al descuido pañuelos perfumados. Volvió a deslumbrarse con el boato del Gran Corso en sus fiestas palaciegas. Hasta que una rodilla en la cintura lo devolvió a la pampa y una mano lo tironeó del pelo hacia atrás, desnudando en arco la garganta. Abrió los ojos: vio campo chamuscado extendiendo su soledad de cardo al infinito. Vio diseminados los cuerpos de sus soldados muertos enfriándose en posiciones absurdas. Vio la indiada mirándolo impasible procurando desentrañar si tenía miedo, el refucilo del facón empujándole el aire contra el cuello.

Presentación

En una primera presentación, la violencia se nos presenta como la distintiva de nuestra época. Sin embargo, a poco que profundicemos en su estudio, ella adquiere una dimensión mayor: el de una constante histórica.

Lo inédito del caso, lo que hace de nuestro tiempo un punto de inflexión, es que nunca antes se conoció un poder de destrucción comparable al de nuestros días. La admonición de los científicos es lapidaria: -"terminamos con la violencia o ella termina con el mundo"-. La tajante sentencia de la Comisión Internacional de Sabios Atómicos fue: "un mundo o ninguno". (One World or None, 1946, versión española de Enrique Gaviola, Ed. American Books). A sesenta años de ella, cuando la bomba de hidrógeno ha dejado pequeña a su antecesora atómica, pareciéramos no haber aprendido mucho. Existen más bombas nucleares que grandes ciudades a destruir en el mundo. Si consideramos que algunos de estos artefactos están en poder de estados o sectores de gran inestabilidad, el peligro se acrece.


De donde: nos abocamos a resolver el problema de la violencia, siquiera sea en la medida de nuestras posibilidades, o abandonamos nuestra suerte a otras manos.



Porque pedimos estudiar la violencia



Sin duda, la violencia es una realidad innegable en nuestro mundo. Tal como dice Merleau-Ponty: "...es nuestro mundo, puesto que estamos encarnados (...) es el punto de partida común a todos los regímenes. La vida, la discusión, la elección política, acontecen sobre ese fondo". Reconocer esta realidad, no implica su aceptación. Aquí diferimos. También son reales el cáncer, la sífilis y el sida. Pero no los aceptamos pasivamente. Estudiamos las enfermedades para prevenir, alertar, procurar su cura y erradicación. Esta es la base de nuestro enfoque pedagógico. El porqué preconizamos un estudio científico de la violencia, al tiempo que proponemos, llevar a la práctica esas conclusiones. Apuntamos mediante el conocimiento de los mecanismos que la originan y motorizan a su predicción, reducción, prevención y sublimación. (Continuará...)

Perfil del Editor Responsable

José Eduardo Machicote, argentino, católico práctico; se desempeñó como profesor y abogado. Como escritor ha publicado: “Brasil –La expansión brasilera. Notas para un estudio geohistórico “, (Ed. Ciencia Nueva); “Historia de la Educación Física y su contexto cultural en Argentina”, (Ed. Nexo –Sport); ”La palabra recuperada”, (Ed. Docencia); ”Actividades, juegos y deportes indígenas”, (Ed. Asoc. Prof. de Rosario).

En el género narrativa en 1997 fue ganador del “Premio La Nación”. En 1998 obtuvo el “Manucho de Plata” en el concurso internacional organizado por la Fundación M. Mujica Laínez. En el año 2000 ganó la Bienal Latinoamericana de Literatura, en el Concurso organizado por el “Ateneo de Valencia” (R. de Venezuela). En el 2003 fue Finalista en el certamen literario “VI Premio Internacional Alfonso VIII de Narrativa”, Cuenca, España.

Antecedentes en noviolencia: En 1962 conoce a Lanza del Vasto y se vincula con sus referentes en Argentina, ”Los amigos del Arca”. En 1963 se integra al “Movimiento Argentino de Reconciliación”, colaborando con sus publicaciones. En 1964: presenta en la UCA, cátedra de Derecho Político donde cursa el doctorado en Ciencias Jurídicas. Su monografía: ”Noviolencia y Objeción de conciencia” que es aprobada por el Dr. Bargayó Cirio. Es miembro fundador de Acción Cívica Noviolenta, agrupación destinada a difundir la ideología gandhiana, y primer director de su revista:”Resistencia Civil”. 1966: Asiste a la “1ª Reunión de Consulta Continental sobre la Noviolencia” celebrada en Montevideo (ROU) del 23 al 29 de mayo, evento al que adhiere Martin Luther King, en cuya representación concurre su lugarteniente James Lawson. Asiste también el monje budista Thich Nhat Hanh, y personalidades relevantes de Europa y América Latina, entre ellos Danilo Dolci (Premio Lenín de la Paz y dos veces candidato al Nóbel), J.J.Lanza del Vasto, Heberto Sein de UNESCO, y Jean y Hildegaard Goss del “International Fellowship of Reconciliation”. Participa en el taller seminario sobre “Ashram y técnicas gandhianas” que dicta en Buenos Aires el misionero Stanley Jones, quien viviera en India largos años junto a Mahatma Gandhi. 1968: Disertante invitado al Homenaje póstumo a Martin Luther King, celebrado en el Salón de Unione e Benevolenza.

Como dirigente de Acción Cívica Noviolenta y representante de Acción Sindical Argentina (A.S.A), miembro de la Confederación Latinoamericana de Sindicatos Cristianos (C.L.A.S.C.) presidida en ese momento por E. Máspero. Concurre a la “Conference Hemispherique pour mettre fin a la guerre au Viet-Nam”, celebrada en Montreal, (Canadá). 1969: “Acción Democristiana”, presidida por el Sr. José Manuel Mauriño, le otorga el Premio Ghandi, Bienio 1967/69, que en bienio anterior confiriera a la escritora Victoria Ocampo. 1970: Participa en Estocolmo (Suecia) de la “5th.- Stockholm Conference en Vietnam”, celebrada entre el 28 y el 30 de marzo. 1971: Concurre como profesor invitado al seminario sobre “Responsabilidad cristiana frente a los rápidos cambios sociales”, organizado por el movimiento de Reconciliación en Alajüela, Costa Rica, en especial participación de Don Helder Cámara, Obispo de Recife. 1985: Asistente al seminario organizado por el Centro de Estudios Penales Dr. Carlós Fontán Balestra, dedicado al tema: “Jornadas sobre violencia y deporte”. 1986: Presenta al “II Congreso Nacional del niño en el Deporte” una ponencia sobre: “Noviolencia y Educación Física”, destacando la importancia del deporte como medio de encauzar conductas. 1988: Participante en el Foro Abierto organizado por la Dirección Nac. de Educación Física (Min. de Educación) exponiendo sobre: “Disciplina en clase, libertad y Noviolencia”. 1990: Como profesor-expositor en la “1ª Clínica Nacional del Deporte Escolar”, realizada en el CENARD, habla sobre el tema: “La violencia en el deporte”. 1992: Como profesor invitado al “1er.Congreso de Ciencias del Deporte”, organizado por la Provincia del Chubut en el Lago Puelo, expone sobre: “Deporte, educación y noviolencia como medios transformadores de la cultura argentina”. En ese mismo año representando a la Dirección de Educación Física y el Ministerio de Educación de la Nación, concurre a la “VIII Reunión del Comité Intergubernamental de Educación Física, Deportes y Recreación de UNESCO”, en Paipa, Colombia, del 8 al 11 de diciembre. 1994: En el “Congreso Nacional de Educación Física” celebrado en Villa Giardino (Córdoba) desarrolla el tema: “Violencia en el deporte y normas legales”. En Santa Rosa, Provincia de la Pampa, siempre en representación del Ministerio de Educación, en el curso de Perfeccionamiento Docente, trabaja sobre el tema: “Violencia y deporte en la sociedad argentina”. 1996: Da en Santa Rosa (La Pampa) dos conferencias sobre “Educación y violencia”. El interés causado por el tema lleva al diario “La Arena” a hacerle una entrevista especial. Con independencia de estas actividades, ha publicado artículos en diversos diarios y revistas. En dos ocasiones envió planes proponiendo la creación de un Instituto para el Estudio científico de la violencia y la noviolencia a autoridades gubernamentales, no recibiendo lamentablemente ninguna atención.